Se equivocó la paloma
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas eran rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)


El Beso Del Mar 
Volvería de nuevo a ese momento en el que,
encinta de soledad y de nostalgia,
paseaba por la orilla rubicunda
y el mar me entregó un amoroso ósculo
que calmó mi corazón de caminar cansado.
Antes de ese beso, ¿qué hubo?

No recuerdo una vida anterior a ese beso.
Quizás traiciones y engaños jamás revelados,
que volvieron mi alma más pequeña, confusa y contrita.

Quizás un camino hacia ninguna parte,
una estela funeraria con mi desgracia en su piedra escrita.
Quizás nací de nuevo cuando el océano me entregó ese beso,
como un regalo envuelto en el papel de unos labios salados,
cuerda amable que me salvó del abismo
de tener que morir sin haber amado.

El Verdadero Amor

Yo ya no creía en el amor
Por culpa de un rencor,
Hoy lo que siento se debate,
Y con el miedo entra en combate.

Yo quiero ganar la batalla y
Así romper la muralla,
Yo quiero cumplir la misión
Y ser el dueño de tu corazón.



Me Gustas Cuando Callas
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, 
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.